sábado, 15 de enero de 2011

Tic-Tac , Tic-Tac , ...

Tic-Tac... Acostada en la cama observando como las manecillas del reloj golpean la brillante esfera redonda. Una pulsación menos, un latido menos, un pensamiento menos... A veces me pregunto si el haber descubierto el método para contar el tiempo que nos queda fue un beneficio o una estupidez por parte del ser humano. Un segundo, un minuto , una hora. ¿Qué importa?. A veces deseamos que un minuto se convierta en un segundo, que el tiempo se pare para siempre en un instante. A veces, pasa rápido a la velocidad de la luz, casi intocable; y otras, un segundo parece un minuto, una hora un día y un día una semana.... ¿Cuantas veces te has preguntado porque los días no tendran 48 horas?¿Cuantas veces te ha parecido interminable una clase de historia a pesar de que sabes que dura una hora?

Tic-Tac, y otro más. Te preguntas si realmente aprovechas bien tu tiempo. Si todo ese trabajo, esa maraña de apuntes, esos ratos frente al ordenador o escribiendo esta tontenria en una hoja de papel, son simplemente perdidas de tiempo o realmente sirven para algo, llamalo cuestión existencial o simplemente pregunta sin respuesta ¿Como aprovechar la vida?.
Sabes cuando todo comienza, aunque no eres tú el que lo eliges; pero jamás sabras cuando tus segundos, tus minutos y tus horas llegarán a su fin, no lo sabrás hasta que sientes el último latido de tu corazón. ¿Cuanto tiempo me queda observando este reloj?. El destino se burla de nosotros como simples y débiles seres humanos que somos y no nos queda otra que asumirlo y seguir caminando, haciendolo lo mejor que podemos intentando cumplir espectativas y sueños que solo servirán para satisfacer nuestro escaso tiempo.

Tic-Tac. Un último minuto, una última pulsación, un último soplo de tu corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario